Unidades de gasto excedente
¿Qué es una unidad de gasto excedente?
Una unidad de gasto excedente es una unidad económica con ingresos mayores o iguales a los gastos de consumo a lo largo de un perÃodo. Una unidad de gasto excedente gana más de lo que gasta en sus necesidades básicas y, por lo tanto, le queda dinero para invertir en la economÃa a través de la compra de bienes, inversiones o préstamos. Una unidad de gasto excedente puede ser un hogar, una empresa o cualquier otra entidad que gane más de lo que gasta con el fin de mantenerse.
Lo opuesto a una unidad de gasto con superávit es una unidad de gasto con déficit,. que gasta más de lo que gana y tiene que pedir prestado a las unidades con superávit para mantenerse. Una vez que una entidad es una unidad de gasto con superávit o déficit, no tiene que mantener ese estado para siempre. Una unidad de gastos con déficit puede convertirse en una unidad de gastos con superávit si comienza a generar ingresos adicionales, cubre sus gastos básicos y paga todos sus propios déficits de un perÃodo anterior.
Comprender las unidades de gasto excedente
Una unidad de gasto excedente gana más de lo que gasta. Los gastadores excedentes pueden ser individuos, sectores, paÃses o incluso una economÃa entera. Cuando una unidad de gasto con superávit es un paÃs entero, puede beneficiar a la economÃa global invirtiendo y prestando a paÃses con gasto deficitario.
En los EE. UU., los hogares suelen representar una unidad de gasto excedente, ya que muchos hogares obtienen una gran parte de los ingresos disponibles. La mayorÃa de los hogares obtienen más ingresos de los necesarios para comprar alimentos, vivienda y otras necesidades básicas. Como resultado, pueden comprar productos de consumo adicionales, tener dinero en bancos o invertir en el mercado de valores. Estas compras de bienes de consumo por parte de los hogares constituyen una gran parte de la economÃa de los EE. UU., ya que aproximadamente el 70 % del Producto Interno Bruto (PIB) de los EE. UU. cada año está impulsado por el gasto del consumidor. El dinero que los hogares mantienen en los bancos forma la base para préstamos que se pueden hacer a otros hogares que buscan pedir dinero prestado.