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Puro Riesgo

Puro Riesgo

¿Qué es el riesgo puro?

El riesgo puro es una categoría de riesgo que no se puede controlar y tiene dos resultados: pérdida total o ninguna pérdida. No hay oportunidades de ganancia o beneficio cuando se trata de riesgo puro.

El riesgo puro generalmente prevalece en situaciones como desastres naturales, incendios o muerte. Estas situaciones no se pueden predecir y están fuera del control de cualquiera. El riesgo puro también se conoce como riesgo absoluto.

Comprender el riesgo puro

No hay beneficios medibles cuando se trata de riesgo puro. En cambio, hay dos posibilidades. Por un lado, existe la posibilidad de que no suceda nada o que no se produzca ninguna pérdida. Por otro lado, puede existir la probabilidad de pérdida total.

Los riesgos puros se pueden dividir en tres categorías diferentes: personales, patrimoniales y de responsabilidad. Hay cuatro formas de mitigar el riesgo puro: reducción, evitación, aceptación y transferencia. El método más común para manejar el riesgo puro es transferirlo a una compañía de seguros mediante la compra de una póliza de seguro.

Muchos casos de riesgo puro son asegurables. Por ejemplo, una compañía de seguros asegura el automóvil de un asegurado contra robo. Si el coche es robado, la compañía de seguros tiene que asumir una pérdida. Sin embargo, si no se lo roban, la empresa no obtiene ninguna ganancia. El riesgo puro contrasta directamente con el riesgo especulativo,. en el que los inversores eligen conscientemente participar y puede resultar en una pérdida o ganancia.

Los riesgos puros se pueden asegurar porque las aseguradoras pueden predecir cuáles pueden ser sus pérdidas.

Tipos de riesgo puro

Los riesgos personales afectan directamente a una persona y pueden implicar la pérdida de ingresos y activos o un aumento de los gastos. Por ejemplo, el desempleo puede crear cargas financieras por la pérdida de ingresos y beneficios laborales. El robo de identidad puede resultar en daños al crédito y la mala salud puede resultar en facturas médicas sustanciales, así como la pérdida del poder adquisitivo y el agotamiento de los ahorros.

Los riesgos de propiedad involucran propiedad dañada debido a fuerzas incontrolables como incendios, rayos, huracanes, tornados o granizo.

Los riesgos de responsabilidad pueden implicar litigios debido a una injusticia real o percibida. Por ejemplo, una persona lesionada después de resbalar en el camino de entrada helado de otra persona puede demandar por gastos médicos, pérdida de ingresos y otros daños asociados.

Asegurarse contra el riesgo puro

A diferencia de la mayoría de los riesgos especulativos, los riesgos puros suelen ser asegurables a través de pólizas de seguro comerciales, personales o de responsabilidad civil. Las personas transfieren parte de un riesgo puro a una aseguradora. Por ejemplo, los propietarios de viviendas compran un seguro de hogar para protegerse contra los peligros que causan daños o pérdidas. La aseguradora ahora comparte el riesgo potencial con el propietario.

Los riesgos puros son asegurables en parte porque la ley de los grandes números se aplica más fácilmente que a los riesgos especulativos. Las aseguradoras son más capaces de predecir las cifras de pérdidas por adelantado y no se extenderán a un mercado si lo consideran poco rentable.

Riesgo especulativo

A diferencia del riesgo puro, el riesgo especulativo tiene oportunidades de pérdida o ganancia y requiere la consideración de todos los riesgos potenciales antes de elegir una acción. Por ejemplo, los inversores compran valores creyendo que aumentarán su valor.

Pero la oportunidad de pérdida siempre está presente. Las empresas se aventuran en nuevos mercados, compran nuevos equipos y diversifican las líneas de productos existentes porque reconocen que la ganancia potencial supera la pérdida potencial.

Reflejos

  • El riesgo puro no se puede controlar y tiene dos resultados: pérdida total o ninguna pérdida.

  • No hay oportunidades de ganancia o beneficio cuando se trata de riesgo puro.

  • Muchos casos de puro riesgo son asegurables.

  • Los riesgos puros se pueden dividir en tres categorías diferentes: personales, patrimoniales y de responsabilidad.