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Acciones de propiedad cerrada

Acciones de propiedad cerrada

Una acción de propiedad cerrada es una circunstancia en la que las acciones ordinarias de una empresa pertenecen predominantemente a un propietario individual o a un pequeño grupo de accionistas mayoritarios. Esto contrasta con una acción de propiedad generalizada, en la que miles o incluso millones de inversores diferentes pueden poseer acciones en una gran empresa.

Desglose de acciones en propiedad cerrada

Por lo general, las acciones de propiedad cerrada no se negocian públicamente en las bolsas porque el pequeño número de propietarios rara vez vende sus acciones. Una forma común en que se crea una acción de propiedad cerrada es cuando un empresario inicia e incorpora su propio negocio, pero retiene la propiedad de la mayoría de las acciones en circulación de la empresa.

Beneficios de las acciones de propiedad cerrada

Cuando las acciones de una empresa son de propiedad cerrada, podría permitir que la empresa solicite el estado de corporación S con el Servicio de Impuestos Internos para fines fiscales. Si la empresa califica, reportaría ingresos pero no pagaría impuestos. En cambio, los accionistas de la corporación S pagarían impuestos sobre su parte proporcional de las ganancias. Si la corporación S vio pérdidas, entonces los propietarios de las acciones de propiedad cerrada obtendrían deducciones de impuestos. Además, no se pagaría ningún impuesto adicional sobre los dividendos de la empresa.

Si las acciones de una empresa están en manos cerradas, puede hacer que la empresa sea más defendible contra los intentos de adquisición hostiles o las guerras de poder. Por ejemplo, un supuesto inversionista activista podría llegar a una multitud de tenedores de acciones en circulación de una empresa que cotiza en bolsa y ofrecer comprarlas. Esto podría permitir al inversionista acumular una participación mayoritaria y hacer valer sus propios planes para la empresa, como una venta. Dicha estrategia sería más difícil de implementar con acciones de propiedad cerrada debido al número considerablemente menor de accionistas que pueden resistirse a tales esfuerzos.

Si bien aún sería posible adquirir las acciones de los propietarios, el precio de tal acuerdo no estaría sujeto a la volatilidad que se observa con las acciones de propiedad generalizada. Un inconveniente de las acciones de propiedad cerrada es que la empresa no tendría el mismo acceso al capital de trabajo que las empresas cuyas acciones están más libremente disponibles. Sin embargo, el valor de las acciones de la empresa tampoco está expuesto a los caprichos de las tendencias comerciales y de inversión de las bolsas de valores públicas y otras plataformas.

Las acciones de propiedad estrecha pueden regalarse a otros, por ejemplo, como una forma de herencia, lo que permite que el control de la empresa permanezca en manos de los beneficiarios de las sucesiones. Las acciones también pueden regalarse como caridad a organizaciones como hospitales, universidades y fundaciones, permitiéndoles participar en la propiedad mayoritaria de la empresa.