Guerra de precios
¿Qué es una guerra de precios?
Una guerra de precios es un intercambio competitivo entre empresas rivales que reducen los puntos de precio de sus productos, en un intento estratégico de socavar a los demás y capturar una mayor participación de mercado. Se puede utilizar una guerra de precios para aumentar los ingresos a corto plazo, o se puede emplear como una estrategia a más largo plazo.
Las guerras de precios se pueden prevenir mediante la gestión estratégica de precios, que se basa en precios no agresivos, un conocimiento profundo de la competencia e incluso una comunicación sólida con los competidores.
Las guerras de precios deben iniciarse con cautela porque los precios tienen un impacto más significativo en el resultado final de la cuenta de resultados de una empresa; una caÃda del precio del 1% puede reducir las ganancias en más del 10%.
Comprender las guerras de precios
Cuando una empresa busca aumentar su cuota de mercado, la forma más sencilla suele ser reducir los precios, lo que posteriormente aumenta las ventas de productos. La competencia puede verse obligada a hacer lo mismo si vende productos similares. Y a medida que bajan los precios, aumenta la cantidad de ventas, lo que en consecuencia beneficia a los clientes.
Eventualmente, se alcanza un punto de precio que solo una empresa puede permitirse ofrecer, sin dejar de ser rentable. Algunas empresas incluso venderán a pérdida en un intento de eliminar completamente a la competencia.
Consideraciones especiales: qué puede desencadenar una guerra de precios
Las guerras de precios pueden ser impulsadas por la competencia entre empresas que son locales entre sÃ, que desean dominar la huella geográfica que ocupan mutuamente. Con los negocios en lÃnea, las guerras de precios pueden iniciarse a través de plataformas en lÃnea que deseen quitarle negocios a las empresas fÃsicas que se enfocan en la misma demografÃa de consumidores e intentan vender productos similares.
Las empresas que se involucran en guerras de precios toman una decisión concertada para disminuir o eliminar sus márgenes de beneficio actuales, en un esfuerzo por atraer a más clientes. Para mitigar estos efectos, una empresa podrÃa cultivar un acuerdo con sus proveedores para adquirir materiales o productos terminados con un gran descuento, en comparación con los precios que los proveedores cobran a las empresas rivales. Esta práctica le permite a la empresa reducir drásticamente sus precios a los clientes, por perÃodos de tiempo más largos que la competencia.
En tales escenarios, el proveedor podrÃa sufrir la pérdida, en lugar de la empresa que está involucrada en la guerra de precios. Pero las empresas que mueven grandes cantidades de productos pueden tener el poder adquisitivo para aprovechar dichos acuerdos.
Por ejemplo, un gran minorista nacional que vende grandes volúmenes de un producto a través de sus ubicaciones en todo el paÃs podrÃa tener un trato con el proveedor para completar su inventario con un descuento. Eso permitirÃa a este minorista vender el producto a precios inferiores a los del mercado.
En respuesta, los minoristas competitivos locales pueden intentar ofrecer descuentos a corto plazo para atraer clientes. El gran minorista podrÃa luego escalar la situación, a una guerra de precios total, reduciendo sus precios incluso más bajos de lo que los minoristas locales son capaces de igualar. Tales prácticas, si se mantienen durante perÃodos prolongados, eventualmente podrÃan obligar a los minoristas locales a cerrar.
Reflejos
Las empresas que participan en guerras de precios optan explÃcitamente por recortar los márgenes de beneficio actuales, en un esfuerzo por atraer a más clientes a corto plazo.
Para seguir siendo rentable durante una guerra de precios, una empresa puede hacer arreglos para comprar materiales de los proveedores con importantes descuentos.
Una guerra de precios se refiere a la acción de dos empresas rivales que bajan los precios de los productos, en un intento de socavar a la otra y capturar una mayor participación de mercado.